Este Búho, a pesar de estar de visita en la bella Arequipa, que me recibió con un excelente calorcito y ad portas de las celebraciones del aniversario de la ciudad, debe escribir sobre hechos desagradables, jugarretas sucias y cargamontones que se planean en la capital.
Ya lo escribí con meses de anticipación, en estas elecciones municipales -y luego en las presidenciales- lloverá excremento y relleno sanitario contra candidatos que no son engreídos de Alan, quien la vez pasada declaró sin vergüenza ante unos banqueros: “El presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere”.
Increíble, así no habla un demócrata. Ya lo demostró una vez, en 1990, cuando utilizando todo su poder bajo las sombras -inclusive traicionando a Alva Castro, el candidato de su propio partido- hizo de todo para colocar al chinito Fujimori en la Presidencia, tras dinamitar la candidatura de Mario Vargas Llosa.
Ahora acaba de tirar al tacho de basura la postulación de Carlos Roca. Alan ya le dio forata, pues no sirve para sus intereses personales. Está claro que se las juega por Kouri y por ello sacrificó al pobre Roca. Pero eso no basta. Como lo acaba de escribir el destacado periodista Augusto Álvarez Rodrich, crece el rumor que la campaña por el caso Cataño fue preparada por un personaje muy cercano a Alan, desde el propio Palacio.
Muchos se pueden preguntar: ¿Por qué y para qué? El mandatario está obsesionado con llegar por tercera vez a la Presidencia el 2016 y ya prepara el terreno. Si gana Lourdes (aliada de Toledo) la alcaldía de Lima, no solo subirían los bonos del “Cholo de Cabana” para el 2011 -un candidato al que García teme-, sino que la misma pepecista se proyectaría para el 2016.
El egocentrismo del Presidente lo tiene obnubilado y aspira a convertirse en el único gobernante en llegar tres veces al poder.
Pero en su desesperación está empujando a sus sobones a jugar sucio. ¿Por qué defiende con tanta pasión a Keiko el presidente del Consejo de Ministros, “Sipán” Velásquez Quesquén, en la investigación de la Fiscalía por el millón de dólares que se gastó en su educación y la de sus hermanos en Estados Unidos? El pacto entre Alan y el fujimorismo está oleado y sacramentado. Es un compromiso por la impunidad. “Yo te defiendo y tú no me investigas”. Entierras los petroaudios, Business Track, Cofopri y otros negociados de los compañeros.
Felizmente, la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, le jaló las orejas al desubicado Premier. ¿No que en este gobierno se respeta la independencia de poderes? Para que sepan los jóvenes, fue el propio Montesinos el que confesó que le entregaba el dinero a Fujimori para los estudios de sus hijos en Estados Unidos.
¿Por qué los programas de televisión no entrevistan en prisión al narco “Vaticano” para que cuente cómo le daba 50 mil dólares al “Doc” por cada vuelo repleto de cocaína que salía de Campanilla? ¿Con ese dinero sucio, Montesinos pagó las universidades a sus “sobrinos”?
Este Búho no es ningún corderito que se deja llevar por lo que le dicen. Tampoco me gustan los cargamontones ni la campañas sucias. En política, nada es casual. Mañana sí les contaré cosas buenas, sobre espectaculares chupes de camarones y celebraciones arequipeñas con carnavales amenizados por tunas de varias universidades de Sudamérica. Apago el televisor.
Ya lo escribí con meses de anticipación, en estas elecciones municipales -y luego en las presidenciales- lloverá excremento y relleno sanitario contra candidatos que no son engreídos de Alan, quien la vez pasada declaró sin vergüenza ante unos banqueros: “El presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere”.
Increíble, así no habla un demócrata. Ya lo demostró una vez, en 1990, cuando utilizando todo su poder bajo las sombras -inclusive traicionando a Alva Castro, el candidato de su propio partido- hizo de todo para colocar al chinito Fujimori en la Presidencia, tras dinamitar la candidatura de Mario Vargas Llosa.
Ahora acaba de tirar al tacho de basura la postulación de Carlos Roca. Alan ya le dio forata, pues no sirve para sus intereses personales. Está claro que se las juega por Kouri y por ello sacrificó al pobre Roca. Pero eso no basta. Como lo acaba de escribir el destacado periodista Augusto Álvarez Rodrich, crece el rumor que la campaña por el caso Cataño fue preparada por un personaje muy cercano a Alan, desde el propio Palacio.
Muchos se pueden preguntar: ¿Por qué y para qué? El mandatario está obsesionado con llegar por tercera vez a la Presidencia el 2016 y ya prepara el terreno. Si gana Lourdes (aliada de Toledo) la alcaldía de Lima, no solo subirían los bonos del “Cholo de Cabana” para el 2011 -un candidato al que García teme-, sino que la misma pepecista se proyectaría para el 2016.
El egocentrismo del Presidente lo tiene obnubilado y aspira a convertirse en el único gobernante en llegar tres veces al poder.
Pero en su desesperación está empujando a sus sobones a jugar sucio. ¿Por qué defiende con tanta pasión a Keiko el presidente del Consejo de Ministros, “Sipán” Velásquez Quesquén, en la investigación de la Fiscalía por el millón de dólares que se gastó en su educación y la de sus hermanos en Estados Unidos? El pacto entre Alan y el fujimorismo está oleado y sacramentado. Es un compromiso por la impunidad. “Yo te defiendo y tú no me investigas”. Entierras los petroaudios, Business Track, Cofopri y otros negociados de los compañeros.
Felizmente, la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, le jaló las orejas al desubicado Premier. ¿No que en este gobierno se respeta la independencia de poderes? Para que sepan los jóvenes, fue el propio Montesinos el que confesó que le entregaba el dinero a Fujimori para los estudios de sus hijos en Estados Unidos.
¿Por qué los programas de televisión no entrevistan en prisión al narco “Vaticano” para que cuente cómo le daba 50 mil dólares al “Doc” por cada vuelo repleto de cocaína que salía de Campanilla? ¿Con ese dinero sucio, Montesinos pagó las universidades a sus “sobrinos”?
Este Búho no es ningún corderito que se deja llevar por lo que le dicen. Tampoco me gustan los cargamontones ni la campañas sucias. En política, nada es casual. Mañana sí les contaré cosas buenas, sobre espectaculares chupes de camarones y celebraciones arequipeñas con carnavales amenizados por tunas de varias universidades de Sudamérica. Apago el televisor.
e - mail recibido de mi amigo Roque Loret de Mola.
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